Sala de Prensa del Gobierno Federal
El Presidente Calderón en la Inauguración de la V Reunión del Grupo Iberoamericano del Bicentenario y de los Diálogos Iberoamericanos del Bicentenario en el marco del CXCIX Aniversario de la toma de la Alhóndiga de Granaditas
Lunes, 28 de Septiembre de 2009 - Discurso - Guanajuato, Guanajuato
El Presidente Calderón en la Inauguración de la V Reunión del Grupo Iberoamericano del Bicentenario y de los Diálogos Iberoamericanos del Bicentenario en el marco del CXCIX Aniversario de la toma de la Alhóndiga de Granaditas
Lunes, 28 de Septiembre de 2009 - Discurso - Guanajuato, Guanajuato
Muy buenas tardes, amigas y amigos.
Señor licenciado Juan Manuel Oliva Ramírez, Gobernador del Estado de Guanajuato. Gracias por su hospitalidad.
Señora Martha Martínez, esposa del señor Gobernador.
Diputada Leticia Villegas, Presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado.
Magistrada María Raquel Barajas Monjarás, Presidenta del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Guanajuato.
Doctor Eduardo Romero Hicks, Presidente Municipal de esta capital.
Embajador Javier Luis Egaña, Secretario Ejecutivo de la Comisión del Bicentenario de Chile.
Señora Alma Ivonne Lozano, Presidenta de la Cabalgata por la Ruta de la Independencia Nacional.
General Rafael de Jesús Ballesteros Topete, Comandante de la XII Región Militar.
Apreciadas y apreciados representantes de las Comisiones del Bicentenario de países hermanos: de Argentina, de la Organización de Estados Americanos, de El Salvador, de Paraguay, de la Secretaría General Iberoamericana, de España, de Venezuela, de Colombia, de distintas representaciones civiles y gubernamentales del país y de Iberoamérica.
Muy estimados Embajadores acreditados en México. Muy estimados Legisladores Federales y locales por Guanajuato, alcaldes, aquí presentes; regidores, señoras y señores:
La historia que comparten nuestros países es el cimiento más sólido de nuestra unidad y de nuestra identidad. Y por eso, es un honor para México el poder ser anfitriones, los mexicanos, de esta V Reunión del Grupo Iberoamericano del Bicentenario y de los Diálogos Iberoamericanos del Bicentenario.
En especial, México se siente orgulloso de ocupar la Secretaría Pro Témpore de este grupo de naciones hermanas, que conmemoramos, y hemos decidido hacerlo juntos, los primeros 200 años del inicio de nuestros procesos de Independencia.
Estoy seguro que el intercambio de ideas, las propuestas y las experiencias enriquecerán los festejos del Bicentenario en todo el Continente, con lo que celebraremos el inicio de nuestra historia como estados nacionales y, en buena medida, el inicio de una Latinoamérica que un día será Latinoamérica unida.
Hoy, desde Guanajuato, cuna de la Independencia Nacional, recordamos a los héroes que nos dieron Patria y Libertad.
Los recordamos a quienes vivieron y murieron en México, pero también en el Continente, desde luego a Miguel Hidalgo, a José María Morelos, a Ignacio Allende; pero a Simón Bolívar, a José de San Martín, a Bernardo O'Higgins a Antonio José de Sucre, y a todos, todos los que lucharon por ver la tierra americana libre de la esclavitud y libre de la opresión.
Todos estos líderes tuvieron un sueño, que Simón Bolívar resumiera con estas palabras: Yo desprecié los grados y las distinciones. Aspiraba a un destino más honroso: derramar mi sangre por la libertad de mi Patria.
Todos ellos tuvieron la virtud de ser coherentes entre lo que pensaban, lo que decían y lo que hacían. Predicando con el ejemplo lograron conducir a sus pueblos a un mejor porvenir y dejar atrás un pasado de sumisión, injusticia, de división y de oprobio; lucharon por abrir el camino a sociedades libres en las que pudiera germinar la justicia, el respeto, la igualdad, la soberanía y la democracia.
Lucharon para tomar las riendas de su destino y forjar una historia a la altura de la grandeza y la dignidad de nuestros pueblos.
Fueron muchas las batallas emprendidas por nuestros próceres en su afán libertario. En México hoy se conmemora una de las más grandiosas, la que se libró a las puertas de este mismo lugar hace exactamente 199 años.
El 28 de septiembre de 1810 un grupo de Insurgentes, comandado por Hidalgo, tomó la Alhóndiga de Granaditas luego de enfrentarse con militares al servicio del Virrey.
Este sitio, como se sabe y se ha dicho, era un granero construido hace, precisamente, 200 años ya, en una forma de fortaleza. Al enterarse el intendente de Guanajuato, Juan Antonio de Riaño, de que Hidalgo y su gente se acercaban, decidió encerrarse con las tropas españolas en este bastión considerado inexpugnable.
Sin embargo, la Alhóndiga fue tomada gracias al heroísmo del minero Juan José de los Reyes Martínez, mejor conocido como El Pípila, que destruyó la puerta del recinto y permitió la entrada de los insurgentes. Un hecho heroico y simbólico que, sin duda alguna, marcó la ruta victoriosa del inicio de la Independencia mexicana.
En el marco de la conmemoración de este hecho histórico, en un momento más estaremos, desde luego, presentes con el fuego simbólico de la libertad; esa llama que es el emblema de un pueblo decidido a preservar su independencia y su soberanía y a elegir libremente los caminos de su desarrollo.
También un día como hoy, por cierto, 28 de septiembre de 1821 fue proclamada la Independencia nacional tal y como se consigna en el acta respectiva, cuyo fragmento fue leído el día de hoy.
En una ocasión tan singular como es el Bicentenario de nuestra Independencia, resulta significativo que en una misma fecha concurra la conmemoración tanto de uno de los actos de guerra más representativos de la Gesta heroica, como fue la Toma de la Alhóndiga de Granaditas, como la consumación misma de la Independencia que hoy también conmemoramos.
A dos siglos de distancia de estas gestas libertarias, en México, como en todos los países latinoamericanos, el mejor homenaje que podemos rendir a nuestros héroes nacionales es conocer nuestro pasado para construir mejor nuestro futuro. Tomar conciencia plena de la historia, porque sólo así podremos comprender cabalmente nuestro presente y dibujar con mayor precisión el porvenir al que aspiramos.
Decía Octavio Paz que las personas no viven en la historia, las personas son la historia. Aquí y ahora nosotros estamos escribiendo la historia de nuestros países, de América Latina y de Iberoamérica.
Hoy, como ayer y como siempre, el aliento vital que nos mueve son los ideales y los valores compartidos. Aprovechemos estas conmemoraciones para construir una comunidad de naciones unida por las oportunidades de bienestar y de progreso; una comunidad de naciones con la fuerza para luchar por las mejores causas sociales. Trabajemos sin descanso para que este Siglo XXI sea el siglo del desarrollo humano sustentable de nuestros pueblos.
Señoras y señores:
Don Alfonso Reyes decía que el mejor tributo que podemos ofrecer a la memoria de Bolívar, de San Martín, de Hidalgo, de todos los creadores de la Independencia Americana, es pensar con seriedad en el porvenir de nuestros pueblos: Lo que vosotros intentéis lo continuarán vuestros hijos y lo realizarán vuestros nietos. Desde aquí me parece oír sus bendiciones. Para eso habremos luchado.
A 200 años de las hazañas libertarias que transformaron el destino de nuestras naciones, es momento de preguntarnos qué América Latina, y en nuestro caso, qué México habremos de heredar a las generaciones de mañana.
Si en el pasado el ideal de libertad impulsó la lucha por la Independencia, ahora el desafío es avanzar en la superación de la pobreza y la desigualdad, en el crecimiento económico sostenido y sustentable, con justicia, con generación de empleos; en el fortalecimiento de la democracia y de la pluralidad, y en la proyección de América Latina como región relevante en el nuevo orden internacional.
En especial, los países latinoamericanos compartimos el reto de seguir trabajando y de hacerlo, además, juntos para la transformación integral de la región. Debemos aumentar y diversificar nuestros intercambios y nuestra cooperación para el desarrollo; tenemos que potenciar la conectividad, la competitividad y el desarrollo social de nuestros pueblos; agilizar nuestros procesos de integración y responder con mayor eficacia a las transformaciones de un mundo cada vez más globalizado.
Nuestras naciones comparten la responsabilidad que América Latina tenga voz propia en el concierto internacional, que sea protagonista y no mera espectadora de las grandes transformaciones del mundo.
La participación de la región es decisiva para superar desafíos y resolver los problemas que enfrentamos como humanidad. Tenemos la historia, los valores y la capacidad para lograrlo.
La promesa de justicia y de igualdad que los movimientos de independencia que a lo largo y a lo ancho de nuestro Continente conmemoramos en este año tan singular, hicieron a nuestros pueblos, no sólo siguen impulsando su unidad, identidad y solidaridad, sino que también continúan alentando nuestra integración y nuestra búsqueda por un mejor porvenir.
Yo invito a todos a celebrar estos festejos con el orgullo de la grandeza de nuestro pasado, con la confianza en el presente y con la mirada bien puesta en el futuro.
Celebremos nuestra historia y vivamos intensamente nuestro Bicentenario.
Muchas gracias.
-MODERADORA: Invitamos en este momento al ciudadano Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, a que lleve a cabo la Declaratoria Inaugural de la V Reunión del Grupo Iberoamericano del Bicentenario y de los Diálogos Iberoamericanos del Bicentenario.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Hoy, lunes 28 de septiembre de 2009, siendo las 12:45 horas, declaro abiertos los trabajos de la V Reunión del Grupo Bicentenario y de los Diálogos Iberoamericanos del Bicentenario, y hago votos por su éxito.
Sean ustedes bienvenidos a México.
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