Ciudad de México.- Este domingo por la mañana, don Miguel Hidalgo y Costilla, cabalgó por Paseo de la Reforma. El padre de la patria, que al decir de los historiadores ya en plena lucha por la Independencia, no entró a la ciudad de México, lo hizo de manera triunfante, aunque un tanto adusto y sin saludar siquiera al Jefe del Ejecutivo y se lanzó de lleno a la conquista de los corazones de centenares de miles de niños que acudieron al desfile "Niños por el Bicentenario".
Y no faltaron a esta cita a 199 años de la gesta de Independencia y de 99 años del inicio de la Revolución, don José María Morelos y Pavón y sus infaltables chinacos; un poco pasado de peso Emiliano Zapata, quien al parecer se acababa de recortar sus mostachos. Con más parecido, el Centauro del Norte, Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa. Ambos cabalgaron juntos por Paseo de la Reforma.
Muy serias las heroínas: doña Josefa Ortiz de Domínguez, doña Leona Vicario; doña Gertrudis Bocanegra.
No faltaron las "adelitas", montadas en "La Mocha", aquella locomotora que siempre corría veloz y que las llevaba donde sus hombres, sus "juanes", peleaban por la libertad.
Un escuadrón de motociclistas de la Policía Federal abrió el desfile en punto de las once horas. Le siguió la Banda de Música de la Secretaría de Marina y un charro con una enorme bandera del "Bicentenario". La cantante Tatiana, enfundada en los colores patrios, iba en la cúspide de un camión que representaba el 2010 en números gigantes.
Entre serpentinas, papel picado, globos tricolores y alegría se desarrolló este desfile donde sobresalieron los carros alegóricos alusivos a la lucha libertaria. "Murales vivientes", diría la animadora del evento. No faltaron los "catrines" ellos y ellas ataviados a la usanza de principios del siglo pasado en bellos carros de colección de aquellas épocas.
También hicieron actos de presencia gigantes mojigangas; jóvenes en zancos, unos todos en rojo; otros con caras y tocados de alebrijes y hasta dos charros y una china poblana que hicieron su número frente al palco presidencial y demostraron su arte. Ahí mismo le desenrollaron una gigantesca bandera tricolor de las enaguas de la china poblana.
Infaltables las bandas de guerra: desde la de Cadetes de la Escuela Médico Militar, de Escolta de Banderas y otras universitarias, muy aplaudídas por la concurrencia menuda y mayor.
Integrantes de la Escuela Ecuestre de Alta Escuela, montados en bellos caballos, hicieron el deleite de los asistentes, que abarrotaron el Paseo de la Reforma de la Puerta Ghandi hasta el Angel de la Independencia.
Deportistas, muchos niños deportistas lo mismo Boy Scouts, que de la Conade. También desfilaron los medallistas olímpicos, entre ellos el clavadista Joaquín Capilla. Les precedieron fanfarrias olímpicas y los infaltables 5 aros olímpicos.
Hubo acróbatas en bicicletas, monociclos y patinetas; comparsas y botargas. No faltó el trenecito de Chapultepec, ni tampoco mariachis que se arrancaron con "Juan Colorado", por aquello de que el jefe de la Nación es michoacano.
Los "gritones" de la Lotería Nacional, niños entre 9 y 12 años, gritaban a todo pulmón en su carro alegórico: ¡ dooos, ceeero, unoooo, ceeerooo, bicentenariooooo!
Y como siempre, cerraron el desfile charros y bellas jóvenes de la Escaramuza charra, con sus hermosos vestidos.
Por espacio de 50 minutos estuvo el presidente Felipe Calderón y su familia: la señora Margarita Zavala y sus hijos María, Luis Felipe y Juan Pablo, en el palco desde donde dio el banderazo de salida a este desfile "Niños por el Bicentenario".
Fuente: oem.com.mx
septiembre 13, 2009
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