Marionetas Gigantes de Quebec abren el telón del 37 Festival Internacional Cervantino
Hoy, 15 de Octubre de 2009,
Una chimenea, teteras, sillones, libélulas, gatos y árboles de más de un metro de altura transformaron la Explanada de la Alhóndiga en un teatrino de gran formato
El espectáculo de Quebec se presentó en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas
Aún no caía la noche, cuando el telón de la explanada de la Alhóndiga de Granaditas se abrió para dar inicio al 37 Festival Internacional Cervantino, donde un grupo de marionetas que rebasaban el metro de altura sedujeron al público de Guanajuato e hicieron de este insigne foro abierto un teatrino gigante, donde una chimenea, teteras, sillones, libélulas, gatos y árboles recrearon la historia de la humanidad y la de un niño travieso al que le gusta destruir todo a su alrededor.
De principio a fin, los miembros de Thèâtre Sans Fil, estandarte de la delegación de Quebec, guiaron a los asistentes por un viaje onírico en el que varios metros de tela metálica manejados magistralmente por cinco títiriteros, que escenificaron pasajes importantes en la creación de este planeta desde la presencia de partículas y átomos que le dieron vida a la tierra, hasta los viajes marítimos más insignes emprendidos por el hombre.
Ambientada por la pieza musical Bolero de Maurice Ravel, la primera parte de esta opera de marionetas como la define su director, Andre Viens, fue un viaje de ensueño en el que música, titiriteros y telas —que en este caso funcionaron como marionetas— se conjugaron para dibujar aspectos como la teoría del Big Bang, la rotación de los cuerpos celestes y el vaivén de los mares que cruzaron los navegantes más ilustres de la humanidad.
Por su parte, L'enfant et les sortilèges (El niño y los sortilegios) fue una metáfora sobre el comportamiento de la humanidad, sobre su talento para destruir lo que tiene alrededor y también sobre la capacidad de arrepentimiento. Protagonizada por la marioneta de una niño, que todo el tiempo está enojado y rompiendo todo lo que hay en su casa, hasta que mágicamente los objetos que destruye (teteras, tazas y un reloj de cuatro metros de altura) cobran vida y le dan una lección de vida.
Fue así como escena a escena, los actores de Thèâtre Sans Fil proyectaron una combinación de danza, teatro y efectos multimedia inspirada en el origami japonés, donde la fuerza visual de las nuevas tecnologías y los efectos especiales se conjugaron con el arte de los títeres. Además de mostrar su destreza para manipular a las marionetas y los fantástico que resulta trabajar con ellas, pues su magia radica en la posibilidad de realizar actos inverosímiles o peligrosos para un actor, como jugar con fuego.
Fundada hace 40 años, la compañía de marionetas gigantes Théâtre Sans Fil (Teatro sin hilos) ha cautivado a más de tres millones de personas en el mundo, con historias épicas como El Hobbit y El señor de los anillos de J. R. R. Tolkien; The Crow of Destinity, de Henriette Major; The Dream Catchers, y el cuento clásico Hänsel and Gretel. Se presentará hoy a las 20:00 horas, en la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas.
octubre 15, 2009
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