"Las Aventuras de Juanjpu' y Luna"
Por Marcela Gereda
El futuro del mundo depende de la sonrisa de los niños. Existen hoy en el mundo alrededor de 40 millones de menores que trabajan en fábricas, en la agricultura, en la minería, industria, vendedores ambulantes, etcétera.
Además de lo que ya sabemos sobre la crisis alimentaria, UNICEF estima que aquí 64 por ciento de los niños vive en pobreza. El 49 por ciento sufre desnutrición crónica, el 18 por ciento de menores de 12 años trabaja y 44 de cada 1,000 niños y niñas mueren antes de cumplir 5 años. Sesenta y tres de cada 100 niños trabajan en la agricultura, y de cada 100 de ellos, 76 lo hacen sin que se les pague ni un centavo. Niños en fábricas y construcción. No existen datos precisos de explotación sexual ni de tráfico de niños. ¿Se nos olvida acaso que la niñez es el ya presente futuro de lo que hoy somos?
Es en la mirada y en la sonrisa de los niños donde quizá podemos tomarle el pulso a un país. Es en ese pequeño inmenso lugarcito donde se acreditan nuestras futuras utopías y también las miserias. Depende de nosotros. Pues lo que la sociedad dé a los niños, los niños darán a su sociedad. Si un niño recibe alegría va a devolver alegría. Si un niño recibe injusticia, es probable que con esta misma moneda nos responda.
Mientras los niños sigan siendo explotados cortando café, cardamomo, caña de azúcar, y demás, mientras se les siga pagando una nada, mientras haya niños sin posibilidad de niñez.
Mientras siga habiendo niños con excesos y otros con carencias, que no nos sorprenda la violencia desmedida.
Cierto es que hoy el mundo está hecho a la medida de los adultos y es necesario luchar por un mundo que responda a las necesidades de las manitas pequeñas. Reinventar el mundo con y desde las miradas inocentes. La espontaneidad de la vida. Los apenas pasitos que un día quieren ser pasotes.
Para una población indígena excluida, que se ha visto marginada política y económicamente en la construcción de sus propias vidas y en cualquier diseño de proyecto de nación y para una niñez indígena que crece en la posguerra, en una atmósfera de desigualdad, racismo, hambruna e injusticia, alguna esperanza debe imaginarse. Es eso lo que busca dar a la niñez la primera animación guatemalteca: Las Aventuras de Juanjpu’ y Luna.
Desde ese mundo fantástico que nos pinta el cineasta Alejo Crisóstomo podemos recorrer junto a los gemelos Juanjpu’ y Luna el lago y sentir los volcanes. Buscar los lenguajes desde la niñez para sumar nuestros desafíos cotidianos y plurales de construir otro mundo con la capacidad de inventar desde la inocencia. Imaginar jugando. Jugar imaginado.
Esta animación es un tributo a la niñez indígena. Invita a recuperar la imaginación y los sueños, junto a los gemelos desbordados de magia y de luz, darle a la tierra nuevas formas y colores, sentir la vida vibrando en cada rinconcito, llamándonos a vivir, invitándonos a gozar. A reconocernos en los otros. A atravesar el umbral de los prejuicios. Saltar la borda de nuestros pequeños y reducidos mundos.
Junto a estas aventuras volví a ser niña, al sentir la alegría de compartir con los gemelos la esperanza de un mundo mejor junto a héroes que viven, sueñan y sienten como nosotros. Comenta Crisóstomo que le parece importante dar a la niñez héroes que se miren y vistan como ellos, no como barbies o pokemones.
Dice Oscar Wilde que “el medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices”. Las Aventuras de Juanjpu’ y Luna viene a hacer eso a los niños. Contarles un cuento después que La Negra Sosa les cante: “Duerme, duerme negrito, que tu mama está en campo negrito...trabajando…trabajando y no le pagan…”.
Después de ver la animación vuelvo riendo, bailando y cantado de alegría, con el alma convencida de lo inmenso que somos, capaces de crear cuando abrimos nuestro corazón al mundo y dejamos que el camino nos recorra entre las manos y los rincones del alma de los pequeñitos.
Hoy lunes se presentará esta animación en el antiguo edificio de Correos a las 9:00 y 15:00 horas.
Fuente: http://www.elperiodico.com.gt/es/20091012/opinion/119217/
octubre 12, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario