octubre 02, 2009

Faro del Bicentenario



Encienden el Faro del Bicentenario
Desde la cúpula del Palacio Barolo, se proyectará mañana un haz de luz que iluminará el cielo de Buenos Aires
Mañana, a las 20, el Bicentenario comenzará a proyectarse sobre la ciudad. Desde la cúpula del Palacio Barolo, un edificio con historia propia, se encenderá un haz de luz que iluminará el cielo de Buenos Aires.

Se pondrá en marcha, así, el Faro del Bicentenario. La cita es en Avenida de Mayo 1370, y el momento se llenará de música cuando el pianista Horacio Lavandera interprete en la avenida tres sonatas de Beethoven.

La proyección lumínica reproducirá imágenes sobre la fachada del edificio. El Barolo, como se lo conoce, acaba de ser puesto en valor merced a un acuerdo entre el sector público y privado. El Programa Puertas del Bicentenario del gobierno porteño logró sumar a los 240 copropietarios del Palacio Barolo, a la embajada de Italia y a empresas privadas que aportaron materiales y tecnología para recuperar el faro.

A partir de ahora, el 25 de cada mes se iluminará durante media hora el cielo porteño, en conmemoración del 25 de Mayo de 1810. Como punto de encuentro, el Bicentenario cruzará dos líneas imaginarias: una vertical -que une pasado, presente y futuro- y otra horizontal, que incluye a las comunidades y colectividades que formaron Buenos Aires, según explicó Carlos Ares, a cargo del programa. Ahora se rendirá tributo a la comunidad italiana y, en 2010, a la española.

Con fondos aportados por los italianos y empresas privadas, el arquitecto Fernando Carral fue uno de los hacedores del resurgimiento de un edificio que hasta 1935 fue el más alto de América latina y hace dos décadas albergaba a manosantas y una logia masónica. Hubo que cambiar el motor del faro y dotarlo de una computadora para programar la iluminación de las galerías. Se renovó la capacidad lumínica, con una lámpara de 3 kW y se reparó el espejo cóncavo.

Un edificio singular
Barolo fue un empresario italiano que trabajaba en el rubro de las materias primas. En 1919 convocó al arquitecto Mario Palanti para construir un edificio de hormigón armado (algo inédito en la Buenos Aires de los años 20), de 100 metros de altura y 16.600 m². El Palacio Barolo, con 22 plantas y dos sótanos de 3000 m², estuvo listo en 1923. Pero el visionario que lo soñó, murió al poco tiempo.

Entre las décadas del 60 y del 90, el Barolo atravesó momentos difíciles. Con el congelamiento de alquileres, su mantenimiento se derrumbó: lo que sus dueños cobraban por las 400 oficinas rentadas no alcanzaba para pagar los altos costos de preservación. Sólo en 1997, la administración consiguió interesar a los 261 copropietarios de preservar el edificio, declarado monumento histórico.

"Cuando vinieron a vernos del Programa del Bicentenario, no teníamos expectativas. Al final, el gobierno porteño fue el que conquistó a la embajada de Italia y a los patrocinadores privados. Esta obra es un esfuerzo de todos", dijo a LA NACION el administrador del Palacio Barolo, Roberto Campbell.

El abuelo de Campbell compró una oficina en el edificio cuando los propietarios del inmueble habían decidido vender las unidades para financiarse. En el inmueble, todo luce con su esplendor de antaño. Inspirado en la Divina Comedia , las distintas plantas representan el Infierno, el Purgatorio y el Cielo.

Como corresponde, en el Cielo, el precio del metro cuadrado es más caro que en el Infierno: 3000 dólares en los pisos superiores, respecto de la mitad, en los inferiores. El precio se vincula con la vista de la que se disfruta. En esa planta baja funcionó la agencia de noticias Saporiti y hoy hay una dependencia de la SIDE.

La vista desde la cúpula del Palacio Barolo se despliega con todos sus atributos de seducción. Allí se ve cómo la urbe crece sin pausa; los pocos espacios verdes entre sus altos edificios; sus inmuebles más emblemáticos y, a espaldas de la ciudad, el majestuoso Río de la Plata.

PALACIO BAROLO - Homenaje a Dante en Buenos Aires
Lugar: Avenida de Mayo 1370
Inauguración: 1923
Autor: Mario Palanti
Por encargo. Luis Barolo, empresario textil, encomendó al arquitecto italiano Mario Palanti la construcción de un edificio en 1919. Se inauguró en 1923 y hasta 1935 fue el edificio más alto de la ciudad de Buenos Aires.
Superficie. El edificio cubre unos 16.630 m2 en 24 plantas y tiene 100 metros de altura.
Homenaje. Palanti era un estudioso de la Divina Comedia , de Dante, y lo plasmó en el edificio, que tiene citas en latín, su planta construida según la sección áurea, está dividido en tres partes (infierno, purgatorio y paraíso) y el faro representa los nueve coros angelicales. Cien son los cantos de la obra de Dante, como los 100 metros de altura del Barolo.
Fuente: la nacion.com.ar

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